Lejos de los tumultos y de las influencias del marketing para vender peliculas infumables, ayer me puse a ver aquella pelicula que todos encumbraron a los altares del celuloide, para ver si es cierto todo lo que decian y todos los premios que se la impusieron con grandes fastos y luces cegadoras de neon.
Me sente en mi sofa y con una cerveza encendi el televisor y me dispuse a disfrutar de la peli.
Creo que los hermanos Coen, con esta pelicula, recuperaron con esta mezcla de thriller y western su particular forma de hacer buen cine. Las escenas se suceden con un buen pulso narrativo y nos cuentan una buena historia, que te atrapa nada mas empezar. Aunque debo decir que el final es algo precipitado cuando el compas seguido desde el principio era otro. Quizas demasiada prisa por acabar algo bueno y hacer del dicho, lo bueno si breve dos veces bueno. No es este el caso, y el broche de oro se queda en bronce solamente.
Los actores encajan como un guante en sus personajes y junto con unos dialogos escasos pero justos, nos hacen mas creible la trama.
Debo destacar la impactante imagen de Bardem en su personaje, Anton Chigurh. Ayudado por su rostro de petreo asilvestrado rural, y de un peinao mezcla de Beatles y Benny Hill en horas bajas, el actor o comico como el se denomina, la verdad es que clava el papel y mete mas miedo que el lobo de caperucita con el virus de la gripe A.
Total, que me bebi la cerbeza casi al final de la pelicula y para mi eso quiere de cir que merece la pena verla, aunque creo que los premios fuero excesivos en su momento.
Elreydelfilm.
